domingo, 6 de julio de 2014

Revolución (1963-74)

Los países del Nuevo Mundo prosperaron a partir de la Segunda Guerra Mundial gracias a que nunca fueron atacados en el continente. En esta entrada* veremos como en los años sesenta en Estados Unidos, se comenzó a sentir desde las bases una nueva corriente cultural, social y política de la primera generación de posguerra.

Esa década que en Estados Unidos todavía se recuerda como simplemente "the Sixties" (los Sesenta) comenzó con tres puntos de partida simbólicos.

En agosto de 1963, a fines del verano, se llevó a cabo una marcha por los derechos civiles de los afro-americanos sobre Washington encabezada por Martin Luther King, Jr. En noviembre se dio el asesinato de Kennedy. Y en febrero de 1964 apareció por televisión un grupo musical de ingleses peludos llamados The Beatles.

La muerte de John F. Kennedy, quien por un tiempo fue casi un santo y mártir informal (hasta que se conociera su desmedida sexualidad), era lo que necesitaba el ala "liberal" (en el sentido yanqui y no europeo) del Partido Demócrata en términos pragmáticos para llevar a cabo todo tipo de reformas. Para "honrar la memoria de Kennedy," el genio político que fue Lyndon Johnson, un sureño, logró la aprobación de una amplia gama de legislación de peso socioeconómico.

Su primer triunfo fue la Ley de Derechos Civiles de 1964, que sigue siendo la base de todas las protecciones y garantías de igualdad de derechos de las minorías y la mujer. En cuanto a la mujer, los sureños añadieron "sexo" como una broma, a la prohibición de discriminación por "color, credo u origen nacional", y los liberales aceptaron, sabiendo que aquellos habían cometido un error táctico.

Johnson también lanzó, el año siguiente, cuando ganó por un margen abrumador nunca visto de nuevo, la "Guerra contra la Pobreza"; en menos de diez años se redujo la pobreza del 19% al 11% (hoy día es el 15%, de lo cual trataremos más adelante). LBJ legó asimismo una muy amplia legislación socioeconómica, por ejemplo el seguro médico federal para los ancianos y los pobres, la asistencia para familias y niños necesitados, una expansión del acceso a cupones de alimentos, subsidios a la vivienda, etc.

La desventaja para los liberales (que en EE.UU. no son los liberales europeos pro mano libre al mercado y la empresa, sino reformistas en favor de una mano sustancial del gobierno en la economía), y una de la que el Partido Demócrata no se ha recuperado, es que el Sur se volvió republicano cuando los demócratas acabaron con la segregación racial. Nixon en 1968 lo llamó "la estrategia sureña". En esto hay que entender un poco de historia.**

En lo económico, fue un momento de enorme prosperidad. El salario medio se duplicó entre 1945 y 1965. Los afro-americanos entraron a los niveles de trabajo de supervisión y profesional. A finales de 1970 las mujeres se unirían a ellos (y los sobrepasarían).

Había también una música nueva, comenzando por el estilo dionisíaco del rock que rompió con la mesura apolínea de la música popular anterior. Al rock se agregó el redescubrimiento de la música folklórica anglosajona, que tradicionalmente había sido una manera de expresar la protesta y las quejas populares. Se dejó de cantar tanto sobre el amor romántico y en su lugar Joan Baez, Judy Collins, Joni Mitchell, Bob Dylan, Leonard Cohen y Peter, Paul and Mary, entre otros, cantaban de los derechos, de la paz, de la humanidad y, en fin, como dijera el Che, de un amor más profundo.

El tema importante del momento era la libertad. ¿Por qué más libertad? Viéndolo medio siglo después, diría que la prosperidad volvió a la sociedad más expansiva y tolerante. Había protestas (y lo digo en el sentido amplio del Latín protestare, que es "dar testimonio") de amor, de integración racial y de paz. Y todo surgía de la convicción de que había llegado el momento de compartir lo más ampliamente posible la prosperidad, el bienestar, la felicidad (expresada frecuentemente como sexualidad). Comenzó con la marcha en Washington cantando "We Shall Overcome" llegó a su clímax en Woodstock  con la canción de Country Joe & the Fish contra la guerra de Vietnam.

Me fui de Estados Unidos en 1961 y volví en 1970. Dejé un país que se pensaba esencialmente blanco, protestante, anglosajón, ordenadito y cuyo pueblo tenía escaso interés en el mundo. Regresé a un país donde la gente bebía vino con sus comidas, había estado en Europa o planeaba hacerlo aunque fuera de mochilero, había experimentado con alguna droga recreativa y estaba abierta (en teoría al menos) a la variedad sexual.

Esa fue mi generación, metida en "el movimiento", que era una conjunción difusa, con una pizca de hippie, otro poco de izquierdismo y anarquismo estilizado, una tendencia general a aceptar cambios radicales hacia un nuevo país en el que lo importante era amar un amor grande hacia todos.

Pusimos en marcha una revolución cultural que expandió la oportunidad laboral para los afro-americanos y los otros grupos minoritarios, como los hispanos, y esa mayoría oprimida, la mujer. Y se hizo a traves de cambios en la forma de pensar, vestir y hablar; y sin violencia.

Lo demuestra especialmente lo que ahora se llama "segunda ola" del feminismo, que comenzó con la publicación de una antología Sisterhood Is Powerful: An Anthology of Writings from the Women 's Liberation Movement en el año 1970, la aparición de la revista Ms. y la canción I Am Woman en 1973. Desaparecieron del léxico común tanto la palabra servil "boy" (niño) para los trabajadores negros después de los disturbios de 1964, 1967 y 1968, como el término "girl" (niña) para una mujer.

Finalmente está la cuestión de la vestimenta y el pelo largo de los varones. El consenso de todos con los que he conversado es que hasta 1968 el corte de pelo de los Beatles era sólo para los músicos y unos pocos aventureros que fueron los hippies reales de 1967. Sin embargo, hacia 1971 o 1972, incluso los adultos, como el candidato presidencial George McGovern, tenían patillas y ningún varón menor de 30 años tenía cabello que no le llegara por lo menos a la parte inferior del cuello.

Se opusieron ese movimiento amorfo los adultos, las corporaciones y los poderes de hecho, es decir, todos los que se se sentían amenazados.

A diferencia de Europa, los blancos de clase trabajadora resistieron los cambios y se resintieron por la competencia en el empleo y la vivienda con los negros, a quienes podían odiar; era como quien vuelve a casa y patea al perro por no poder patear al jefe. Un truco histórico muy hábil de la capa dirigente fue utilizar los odios étnicos para dividir a los trabajadores.

De esa generación también eran los que habían ido a la Segunda Guerra Mundial y a Corea, cuyos hijos gritaban contra ir a Vietnam "Hell no, we won't go!" (Al infierno con eso, no vamos a ir!). Eran los que se habían casado por iglesia, tenido hijos y cargado con familia, que ahora veían a sus vástagos juntarse a vivir el amor libre posible gracias a los anticonceptivos y el aborto legalizado en 1970. Eran las que se sentían burladas por ser meras amas de casa y no trabajadoras o profesionales. Eran los ridiculizados por ser "cuadrados" e "idiotas útiles" del "sistema". Como fuerza política, toda esta gente que añoraba por los Estados Unidos de "antes" (1950s) se volvió invisible después de la derrota de Barry Goldwater en la elección presidencial de 1964, apareció brevemente con el vicepresidente de Nixon, Spiro Agnew, quien acuñó la frase "la mayoría silenciosa", y sólo volvió a surgir para la revancha en 1980, como veremos.

Notablemente, esta era terminó con otra presidencia truncada, la de Nixon, que culminó en su renuncia en 1974 a causa del escándalo de Watergate.


* Esta es otra entrega de una breve serie que intenta esbozar la historia cultural y social contemporánea de Yanquilandia. Pretendo presentar como se sintió el tiempo y el lugar, y solo en segundo plano la historia cuyo primer borrador apareció en los diarios. Todo esto surge de un intercambio con una corresponsal francesa que pensé podría ser de interés para mis lectores hispanoparlantes.

** El Partido Demócrata fue fundado por Thomas Jefferson en 1792 y el Partido Republicano en 1854 por Abraham Lincoln. Recuérdese que los partidos políticos en Estados Unidos no representan ideologías distintas; la política es una cuestión de intereses y opiniones, no teorías políticas. Desde la Guerra Civil, los republicanos representaban los intereses industriales anti-esclavistas (más barato un sueldo que ocuparse de un esclavo toda la vida). El Sur se convertió en Demócrata acérrimo porque les era intragable a los blancos votar por "el partido de Lincoln" (y a los ex-esclavos se les negó el voto con estratagemas suprimidas en 1965 que en la actualidad se intentan revivir). En la década de 1930, Franklin Delano Roosevelt, que fue un dirigente personalista casi del tipo de Juan Perón o Getulio Vargas, forjó una coalición única que comprendía: los sindicatos, los "ethnics" (los blancos que no eran de origen inglés), negros (en la medida en que se les permitió votar, o sea que no en el Sur), los liberales (que incluyen a la minúscula izquierda y a los intelectuales) y los sureños por las razones históricas citadas. Así es como FDR se convirtió en el único presidente elegido cuatro veces (lo que llevó a una enmienda constitucional, propuesta por los republicanos, para limitar la presidencia a dos mandatos). Esa coalición fue herida mortalmente en la década de 1960, como quedó claro en 1980.

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