viernes, 14 de abril de 2017

¿Fue un engaño la "liberación" de la mujer?

Los supuestos avances de la mujere desde la década de los 1970 ¿mejoraron las condiciones económicas generales de los asalariados estadounidenses o fue todo un astuto truco capitalista?

Me he puesto la armadura resistente a tomates podridos. La experiencia estadounidense es importante porque, guste o no, ha llevado la delantera histórica en materia de feminismo. Además la afamada segunda ola del movimiento tuvo logros sociales importantes en Estados Unidos antes que en Europa u otros países; por ejemplo, la inserción de la mujer en ámbitos universitarios en EE.UU. ha llegado al punto que hoy en día se gradúan más mujeres que hombres con títulos terciarios.

Observemos los hechos.

1. Los patrones han terminado pagando menos por asalariado desde la década de los 1970. Según un estudio reconocido de los ecnomistas Emmanuel Saéz y Thomas Piketty, en EE.UU. entre 1973 y 2006 el salario promedio disminuyó en valor real un 22 por ciento. ¿Es mera coincidencia que este es el período en el ocurrío un aumento constante y sostenido de la proporción de mujeres en la población laboral activa fuera del hogar y asimismo del porcentaje de familias de doble ingreso?

2. Las mujeres siempre trabajaron. Cualquiera que diga que no, jamás ha pasado un día con un bebé o lavando ropa, platos y limpiando la casa. No se les ha pagado directamente por su trabajo. Lo interesante es lo que revelan mediciones del uso del tiempo, un sondeo de la Oficina de Estadísticas Laborales muy respetado. El porcentaje de tiempo dedicado por mujeres a tareas relacionadas con el hogar y los niños no ha disminuido notablemente en las últimas décadas, mientras que el tiempo dedicado a esas cosas por los hombres ha disminuido.

Efectivamente a las mujeres se les han añadido responsabilidades laborales, pero todavía ganan aproximadamente 85 centavos por cada dólar que perciben los hombres en actividades pagas. La segunda ola del feminismo aumentó la competencia por el empleo, ya que, sumadas a los hombres, las mujeres aumentaron el número total de trabajadores disponibles.

¿Qué sucede en el capitalismo cuando la oferta sobrepasa la demanda? Los precios bajan. El “precio” de un trabajador individual disminuyó, dándole una ventaja a la parte patronal.

¿Quién ganó aquí? No la mujere y ni siquiera el hombres promedio.

¿Es concebible que aquellos que manejan los medios y la opinión pública hayan aceptado promover el feminismo de la segunda ola con el pleno conocimiento de que aumentaría la oferta de trabajadores? No puedo probarlo, pero si no es lo que sucedió es una coincidencia extremadamente conveniente para los ricos y poderosos.

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