jueves, 19 de junio de 2014

El Golazo Financiero contra la Argentina No es el Fin del Partido

La decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de dejar en pie una decisión judicial que requiere que Argentina pague US$1,3 mil millones a acreedores es un excelente ejemplo de lo que divide el "acá" y "allá" de este blog.

Para Argentina, y argentinos que conozco, es un desastre que causa ansiedad. Para estadounidenses, la mayoría de los cuales ni se han percibido del hecho, los que están al tanto se rascan la cabeza: ¿de qué se quejan los argentinos: no pidieron la plata?

El Fondo Monetario Internacional ha tomado una postura de preocupación por las posibles repercusiones mucho más allá de la república del Cono Sur. Además, no se necesita ser gran teólogo para saber que desde el punto de vista del papa argentino, es una injusticia.

Y lo es. La deuda argentina fue mal contraída. Peor, los que sufrirán las consecuencias serán los niños sin merienda en la escuela, sus maestros y de otras maneras los más necesitados, gente que nunca obtuvo el menor beneficio de los préstamos.

Acordarse que esto se arrastra no del 2001, año en el que el peso argentino vertiginosamente perdió 2/3 de su valor de un día al otro, sino de mucho antes. Viene de gobiernos militares de pésimos antecedentes que embargaron al país para compras inútiles de pertrechos (y sin duda para financiar sus jubilaciones) y de por los menos un gobierno civil posterior (el de Carlos Menem), que esencialmente llevó a cabo una estafa monetaria, la famosa paridad con el dólar.

Y para complicar las cosas, tampoco es justo en el Primer Mundo. Estos consorcios de inversión no son solo millonarios (digo, billonarios), los famosos viejos gordos de galera y cigarros. Estos fondos se venden libremente al ciudadano común de clase media que tiene algún ahorrito para la vejez o la enfermedad. Este señor, o señora, tampoco tuvo nada que ver con el despilfarro de gobiernos argentinos.

Es más, la Corte Suprema no dictaminó contra la Argentina. Sencillamente se negó, sin explicación como es común en la mayoría de semejantes peticiones, a considerar el tema. Y, realmente, no veo que haya una cuestión de controversia legal. Los bonos se gestaron según las leyes vigentes y no se cuestiona su constitucionalidad, que es lo que le corresponde juzgar a la corte máxima.

Además, los jueces de la corte son inamovibles a menos que se les impute ilegalidades graves y sus decisiones no las pueden modificar ni el Presidente Obama, ni el Congreso. No existe un mecanismo de presión política al poder judicial en Estados Unidos. Solo existe un nexo político lejano entre un juez supremo y los poderes políticos; y ese nexo se rompe el día que el juez toma juramento hasta el día que muere o se retira de sus funciones.

Para cambiar las decisiones de la corte, hay que esperar a que se mueran los jueces y designar otros con otra filosofía.

O sea que no es una "trampa de los yanquis". Ni un gol de una selección extranjera.

Es, sin duda, la consecuencia de una triste historia, muy conocida en América Latina. Los dirigentes nacionales han sido pésimos, han habido demasiadas dictaduras y hasta las democracias han sido poco democráticas. Y ¿quién tiene la culpa? En gran parte los ciudadanos mismos.

Hay pocos países que históricamente han podido zafarse de sus deudas como lo intentó Argentina bajo los presidentes Nestor y Cristina Kirchner. Lo está intentando Grecia hoy día (usando el "modelo" argentino, que para algunos es mal ejemplo).

Cuando alguien no paga una deuda, se le considera mal deudor y el costo de pedir prestado sube porque el riesgo es más alto. Todos los préstamos son así desde que la Iglesia abandonó la tradicional condena a la usura, hecho que coincidió con el auge de la banca italiana en el renacimiento (y de la necesidad eclesiástica de dinero para obras faraónicas como la Basílica de San Pedro en Roma).

La gran excepción histórica fue Rusia. En 1917, Lenin reusó pagar la deuda pública externa (también la interna, pero eso es otra cosa), aduciendo que era la deuda de los zares y no del pueblo. Y le cayó una intervención militar de Inglaterra, Estados Unidos y otros países acreedores de 1918 a 1920.

Claro, aunque ganó militarmente, la Unión Soviética fue un paria económico hasta la caída del Partido Comunista. El rublo dejó de ser moneda convertible y Rusia no pudo comprar nada en el exterior que no fuera en divisa fuerte obtenida a través de exportaciones. La URSS tenía, eso si, un vasto caudal de recursos internos y de ellos se valió para sobrevivir.

Es, en parte, en preparación para la eventualidad de semejante aislamiento que los gobiernos de los Kirchner han restringido y controlado el intercambio monetario y de comercio de manera que parece, al que no considera el problema, alocada. Al igual que Rusia, la Argentina es uno de los pocos países del mundo que puede, físicamente, autoabastecerse.

No es alocado pensar que, cerradas las puertas a la financiación, Argentina deberá valerse de su fuero interno para sobrevivir.

Pero claro, para el FMI, que debe velar por la deuda de todos, esta coyuntura es un desastre global en potencia. El tinglado internacional depende de un grado de cooperación entre todos, ricos y pobres, acreedores y deudores.

En definitiva, los seres humanos no somos independientes y autárquicos. Nacemos (el mejor de los casos) gracias al amor entre nuestros padres o el instinto, pero no por nuestra cuenta. Sobrevivimos los primeros 10 años gracias a alguien que nos alimenta, viste y da cobijo.

Las sociedades humanas guardan una cierta semejanza a los individuos. Todos dependemos el uno del otro. El dueño de fábrica de sus trabajadores y vice versa. El que vende del que compra. El que es profesional de los que no conocen su especialidad.

Y las sociedades, una de otra. El café colombiano, las bananas brasileñas, la carne argentina, el té de Sri Lanka, el cobre chileno, el petróleo venezolano. Y la variedad cultural que nos enriquece a todos: ¿qué leeríamos sin Tolstoy, Mafoud, Cortázar o Naipaul? ¿qué escucharíamos sin Beethoven o Menujín?

En definitiva, este es uno de esos momentos en que hay que ponerse el gorro de acá y la camiseta de allá y acordarnos que somos todos humanos.Y, de hecho, estimo que eso es lo que harán todos los que tienen poder de persuasión en este asunto. Sino perdemos todos.

1 comentario:

benjamin dijo...

me gusta la puesta en contexto historico, me da mucha verguenza ver gente que culpa al mecanico de que el auto este roto,
gente que brindo con alegria mientras el pais era desguazado, hipotecado y no solo con el consenso obtenido a fuerza de blindaje mediatico, sino tambien de palos (y en el caso de la Dictadura ya sabemos que), la unica forma en que fue posible imponer las politicas economicas que nos llevaron al colapso, porque hace falta recordar mas que fue ese el objetivo principal de la Dictadura, y no solo el macartismo psicopata.
Entendiendo eso, me parece que es muy discutible poner la culpa en los ciudadanos, que en su mayoria no sabian lo que sucedia, y no por falta de interes.

Los que si sabian muy bien lo que estaban haciendo eran los prestamistas, y ellos tienen por lo tanto una responsabilidad compartida en haber sido complices de la venta indecente de nuestro futuro, escondidos atras de un blindaje mediatico, de oscuros tecnicismos, y de represion al que se opusiera.

En otras palabras, si vos compras esclavos, sos tan responsable como el vendedor (no importa que los hayas revendido a otros inocentes), el dia que estos quieran liberarse no podes adjudicar tu derecho a la propiedad, o "libertad de empresa".

Es en gran parte con este argumento que el kirchnerismo (y otros paises tb) negociaron las grandes quitas a la deuda con ese 90 y pico porciento de los acreedores.

Tambien hay que remarcar (me parece) que el endeudamiento no se produjo por un "despilfarro", no fue una cuestion de negligencia, sino que hubo grandes beneficiarios, los grupos economicos que sponsorearon esa politica y fueron luego ampliamente premiados con regalos como la estatizacion de sus deudas privadas (no solo empresas locales, sino muchas multinacionales con el Citibank, que pobre necesitaba que le demos una manito) aca hay una lista mas completa:

http://prontuarios-x.blogspot.com.ar/2013/01/empresas-beneficiadas-con-la.html

No se puede hablar de negligencia claramente. Y mucho menos de que los ciudadanos cometieron ese error, lo que sucedio fue un crimen aberrante y los prestamistas fueron complices fundamentales de esto.

Respecto a los fondos buitres, que son otra cosa, creo que esta bien claro quienes son, solo me da mas verguenza ver politicos argentinos salir a defenderlos con pasion, de una manera que ademas de repugnante solo se explica con el sentimiento de impunidad que les da la proteccion mediatica para decir cualquier barbaridad.

En el caso de la Union Sovietica, no es muy comparable claro, pero creo que la historia mostro que claramente para ellos fue la mejor decision, la transformacion de la Rusia zarista en potencia mundial fue de una vertiginosidad que jamas volvio a verse en el mundo, en lo economico y en todos los aspectos, de campesinos muertos de frio a la conquista del planeta (con todo lo malo que eso acarrea), y la verdad es que las consecuencias de ese "default" en su comercio internacional se la iban a hacer pagar, con deuda o sin deuda.

En fin, creo que para NML, que para mi es algo tan repugnante como una moderna flota de barcos negreros, pretender que cuando un pais que fue devastado, con todo el esfuerzo se empieza a poner de pie, querer obtener de este ganancias del 16000% ??... creo que pone a prueba muchas ideas de lo que consideramos Democracias modernas.