La noticia que las Cataratas del Iguazú representan a la Argentina en un concurso mundial para elegir las "siete maravillas" del mundo actuales me remonta a mi abuela materna y su dictamen en 1962 que la Piedra Movediza de Tandil, su ciudad natal, era una "maravilla".
¿Qué pensarán en Brasil y Paraguay de la supuesta nueva maravilla argentina?
Podría ocurrírseles que al chauvinismo de la Provincia de Misiones se le fue la mano. Como puede ocurrírsele al que visita a Buenos Aires que el río "más ancho del mundo" es en realidad un estuario. Y menos mal que nadie se jacta que el Obelisco ... bueh, ni hablar.
Nos rebelamos ante lo chata y pobre que es nuestra realidad, y que son nuestras vidas, nuestras preocupaciones. No aceptamos que somos hormigas en el mundo, transitorias y sin sentido.
Inventamos maravillas y mitos para convencernos que no somos así.
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