Tomo el título de El Sí de las Niñas, la sátira de costumbres españolas hacia los comienzos del siglo XIX, por Leandro Fernández de Moratín, como punto de partida para una de las costumbres más exasperantes de los argentinos de la actualidad. Argentina es el país del "no".
Quiero un helado de ... Ese sabor no lo tenemos.
Vengo a buscar mis pantalones. No están listos.
No, no, no. No les importa que decirme "no" me hace decidir que nunca más volveré a gastar mi dinero en su negocio. Son empleados y prefieren no trabajar a fijarse si están los pantalones (estaban) o ponerse a verificar si de ese sabor hay (no había).
O son dueños del boliche y saben muy bien que en la calle comercial, todo el mundo cobra una tajada emocional con la negación. Es como un impuesto social por el mero hecho de habitar la República Argentina.
Si estás, cagaste. Nada funciona, falta de todo y a nadie le importa.
¡Cuánto más grato sería tratar con negocios que facilitan las compras, que hacen del gastar un placer, cuya atención invita a volver! Eso es lo que hacen en los países adelantados (por algo son ricos).
Pero para Argentina, eso es del año verde.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario