sábado, 27 de febrero de 2010

Las Telenovelas y el Locutor Yanqui

Una mañana reciente manejando hacia mi oficina, mientras escuchaba el programa noticioso "Morning Edition", oí a un periodista de la National Public Radio, una cadena radial auspiciada en parte por el gobierno, comparar a la conferencia sobre la reformas del sistema de salud entre el Presidente Obama y los republicanos a una "telenovela latina".

Para asegurarse de que el oyente estadounidense entendiese la palabra castellana "telenovela" añadió: "usted sabe, una de esos dramas diurnos de América Latina que se prolongan por horas y horas".

Hay que ponerse el oído norteamericano para entenderlo. Es un chiste. Más o menos estaba diciendo: Imagínese usted, mi estimado oyente, al presidente con el congresista John Boehner (R-Ohio), sentados a la sombra como los locos "latinos" en sus sombreros mexicanos de ala ancha, pasando el tiempo en pavadas mientras comparten una botella de tequila. ¡Ja, ja, ja!

Es sabido en Estados Unidos, por supuesto, que todos los lationamericanos usan trajes de banda mariachi. Además, los hispanos no tienen sentido del tiempo (no como los Anglos, siempre tan puntuales) y son incapaces de usar una frase concisa anglosajona cuando se puede recitar por toda una noche una serenata al son de la guitarra.

¿Verdad, señor reportero de NPR? Ja, ja, ja.

Ah, pero esperen! Yo no soy un aficionado a las telenovelas, pero sé que cumplen con sus horarios designados de media hora u hora entera. La telenovela típica no se televisa en forma continuada por "horas y horas", como el carnaval de debate en la Casa Blanca sobre la reforma de la salud.

Esa es cosa de político yanqui, Sr. reportero de NPR, no de hispanos en telenovelas.

Lo interminable de las telenovelas, y las denominadas "óperas de jabón" norteamericanas por igual, son sus tramas inverosímiles que se prolongan por años a través de miles de episodios.

El reportero de NPR, obviamente fusionó en su mente las tramas de telenovela con los estereotipos acerca de los hispanos -- no, "latinos", a menos que se quiera incluir al pol'itico neoyorquino Andrew Cuomo, de ascendencia italiana.

Pero, acaso ¿no tienen en la augusta NPR editores capaces de eliminar del guión una comparación que no sólo es falsa en los hechos, sino que además, y de regalo, es sutilmente racista?

Entiendo que no tenía intención de ofender a nadie, señor periodista de la NPR. Usted quería demostrar que Ud. tiene una cultura tan amplia que, aunque es un locutor en inglés, conoce la palabra "telenovela".

jueves, 18 de febrero de 2010

¿Convendrá Pagar la Deuda?

Dije que el dólar había bajado frente al euro y ... ¡zás! ... se dió la crisis financiera griega y el euro comenzó a declinar frente al dólar. Quise aleccionar a Cristina Fernández de Kirchner y olvidé puntualizar un asunto concreto: propongo el reciente drama con el Banco Central.

Estos dos puntos tienen una interrelación.

Si, el peso baja, tal como dije; pero el dólar también sube. Es más, la economía argentina ha llegado a tal distancia del concierto financiero internacional, que lo que le suceda al dólar, al euro, al yen o al renmenbi, tiene escasa incidencia en el valor del peso.

Claro, es una "independencia" un tanto sui generis. Argentina funciona financieramente como arquero, defensa, delantero propio y del equipo opositor: juega sola y a si misma. Al peso lo apoya el laburo argentino, hoy más que nunca, y nada más.

Y esa rara condición conlleva ciertas consecuencias, entre ellas, la congelación de fondos argentinos en el exterior. Argentina ha sido "castigada" por su cese de pagos con puertas cerradas en los mercados de capitales, donde se pueden obtener fondos para solventar inversiones que lleven a crear empleos y estimular el crecimiento.

Cristina no puede pedir prestado.

Por un lado la situación es muy argentina. El país, al igual que sus habitantes, siempre ha tendido a hacer las cosas a su manera, a desear auto abastecerse, ser un ente un tanto "autista" encerrado en su propia viveza y su propio juego.

Con el pago de los US$9 mil millones adeudados al Fondo Monetario Internacional, Argentina se liberó del FMI, cuya supervisión en asuntos como éste suele ser muy correcta en términos contables, pero peca de inconsciencia en materia social. Tener deuda fiscal cuando se necesita hacer obra no será buena contabilidad, pero responde a toda una escuela económica que levantó a los EE.UU. y Europa de la depresión de los 1930: el keynesianismo.


Además, lo que se escarmienta de la banca internacional es poco. Por ejemplo, debido a juicios contra la Argentina, la tesorería estadounidense retiene unos US$100 millones que son patrimonio argentino. Frente a los US$169 mil millones adeudados, la mayoría de los cuales se están pagando, cien millones es poca cosa. (Claro, si me los dieran a mi ...)

Entonces, ¿en qué quedamos y por qué se ha metido Doña Cristina en la camisa de once varas de sacar plata de las reservas, pelearse con el Banco Central y una punta de jueces?

Porque, si bien las reservas del Banco Central crecieron de US$10 mil millones a US$46 mil millones del 2002 al 2008, se ha revertido la balanza de comercio exterior hacia saldos positivos, y la economía argentina ha pasado de declinar a expandirse -- todos logros kirchnerianos, tómese nota -- en el 2009 comenzaron a aparecer indicios preocupantes.

De una respetable tasa de crecimiento del 7% en el 2008, en el 2009 bajó al 0.7%. Mientras tanto la deuda fiscal ha comenzado a crcer. Al mionca kirchneriano se le está acabando la nafta.

Y no es momento para celebrar, oposición. Que por esto pueden llegar a sufrir todos.


La presidencia de la impopular Cristina, en cuestiones de fondo, ha demostrado  un alto grado de perspicacia financiera -- inclusive en la jugada de pedirle prestado al Banco Central una cuarta parte de las reservas para retirar la deuda considerada en el exterior como haberes muertos, que traban la posibilidad de pedir prestado en el futuro.

Cristina, y por Cristina quiero decir el país, necesita fondos de inversión para volver a generar el crecimiento. Tiene razón. La deuda que quiere pagar no es toda la deuda. Solo una porción que dé a entender que Argentina piensa hacer buena letra.

¿Mi consejo? Déjenla.

viernes, 12 de febrero de 2010

Memo a Cristina, asunto "obstáculos"

Espero que su excelencia haya podido decir, en algún momento y con aplomo, esa paradigmática frase escolar infantil "mi mamá me ama". De otra manera, según todo lo que me cuentan sus ciudadanos, en la Argentina no la quiere nadie.

No la quieren los que viven en Buenos Aires porque su partido bloquea proyectos municipales. No la quieren en el interior, porque proyecta una idea del agro que dicen haber desaparecido. No la quieren en Mar del Plata porque hace mucho calor y en Tierra del Fuego porque hace mucho frío.

A decir verdad, su proyecto político, y el de su marido, tiene una cierta cordura. Ha mejorado la economía, después de empeorar terriblemente. Pero ahora hay gente que todavía sufre y hay que construir sobre bases cada vez más sólidas.

Y, si, el peronismo es la ideología única de la Argentina mientras sigan quemadas las izquierdas y derechas tradicionales; y ambas lo merecen. Y frente al menemismo, el kirchnerismo ha sido un paso adelante.

Ahora pide que la dejen gobernar. Y tiene razón. Pero, señora, hay algunos detalles que merecen su atención:
  • Corrupción: sean como fueren las cosas, la percepción existe de que los K se han hecho enriquecido mal y que, por consecuencia, el país se ha "pervertido", todo lo cual anula el mejor instrumento para dirigir: el ejemplo.
  • Retórica: no puede ser que la presidenta exprese en público errores de hecho bochornosos, ni que grite como una verdulera; se necesita mejorar tanto el contenido como el estilo del discurso presidencial.
  • Arte: gobernar no es una ciencia, ni tampoco mandar a hacer los berrinches; consiste en negociar, transar, ganar quí y perder allá, con pericia.
Atentamente ...

    martes, 2 de febrero de 2010

    Ni Sube, Ni Baja

    No es el dólar lo que aflige a la Argentina: es el peso. Frente al euro, el dólar ha perdido valor todo el mes de enero. Pero con la renuncia del director del Banco Central, Martín Redrado, el peso bajó aún más que el dólar.

    Siempre me molestaron los titulares. «Leve Suba del Dólar» anuncia La Nación, desgraciadamente uno de los mejorcitos diarios de Buenos Aires.

    Macana. Esto es parta de la eterna milonga titulada «La Culpa La Tiene El Otro».

    No es que hay una manga de corrompidos que roban: es la oligarquía. Y no es que haya oligarcas cínicos: son los obreros haraganes. Y no es que los obreros no sean los mejores del mundo: es el imperialismo. No son los hombres los que se les montan de prepo: son la mujeres que «quieren guerra». No son las mujeres que son mandonas y materialistas: son los chicos que lo piden todo.

    Y así queda arreglado que no se arregla nada. ¡Dejarse de joder, Argentina! Recomiendo mirarse en el espejo de vez en cuando para ver las llagas, arrugas y las ojeras de tanta farra.